Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos encardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara en la cabecera;
una constelación; la que te guste,
todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides. Gracias...Ah, un encargo
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario