Falta a la semana
el octavo día;
¡Qué bello domingo
yo le sumaría!
Un n uevo domingo
en cada almanaque
(porque al feo lunes
ya no hay quien lo saque).
Con mis dos domingos
endomingaría
toda la semana
de paz y alegría.
Y así, endomingado,
podría- yo creo-
soportar los lunes
tal como deseo.
Lunes. a la escuela
lunes: al deber.
Mi alma dominguera
sueña sin querer.
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