La tardecita se esconde
bajo el ala de los pájaros;
del sol sólo queda una
responancia en colorado.
Se apagan las enramadas
tendidas en cuatro palos;
se iluminan las guitarras
con las llama de los cantos,
y en los lustrosos palenques
una fila de caballos
está mascando la plata
de la luna de verano.
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