Hombres enjutos, lánguidas mujeres,
Alforjas de colores y chupallas.
Entre el tupido monte de algarrobos
Porfiadamente el sol despedaza.
Brazos morenos muévense pausados
Como los hachones de sombra entre las ramas.
Llénanse las alforjas en los hombros
De sol, de aroma y de torcidas vainas.
Y en silencio grande como el mundo
Hacen gárgaras de erres las cigarras.
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