Lo he soñado en esta casa
Entre paredes y puertas.
Dios permite que los hombres
Sueñen cosas que son ciertas.
Lo he soñado mar afuera
en unas islas glaciales.
Que nos digan los demásla tumba y los hospitales. (...)
(...)
Lo sacaron del cuartel
le pusieron en las manos
las armas y los mandaron
a morir con sus hermanos.
Se obró con suma prudencia,
se habló de un modo prolijo.
Le entregaron a un tiempo
el rifle y el crucifijo. (...)
(...)
Oyó vivas y oyó mueras,
oyó el clamor de la gente.
Él sólo quería saber
si era o si no era valiente.
Lo supo en aquel momento
en que le entraba la herida.
Se dijo: No tuve miedo
cuando lo dejó la vida.
Su muerte fue una secreta
victoria. Nadie se asombre
de que me dé envidia y pena
el destino de aquel hombre.
Diario "Clarín" , 30-12-1982
lunes, 27 de julio de 2009
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